Diario del Mar

"Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. Mi madre se llamaba Anne Wells, y falleció cuando yo había cumplido seis años. Mi padre, Alfonso Greenwood, me enseñó todo lo que sé sobre el mar, pero por desgracia, desapareció hace dos años, sin dejar rastro. Y desde entonces, no he dejado de buscarle."




Seguidores

lunes, 24 de junio de 2013

DDM: Capítulo 76

¡Hola a todos! ^^

Siento que este capítulo no sea tan largo como los anteriores, pero estoy segura de que en un futuro, lo serán (más largos).

Y también supongo que, con la llegada del verano, voy a tener más tiempo para escribir. :) También tenía que deciros a en Agosto tendré problemas para escribir, pero de eso ya os avisaré más adelante. :)

Y nada más, simplemente que espero que os guste, a pesar de que sea más corto que el resto, repito. ^^

¡Un beso!








Los truenos resonaron sobre nuestras cabezas, y nosotros contestamos con carcajadas. La lluvia nos había empapado por completo, como si nos hubiéramos metido en el mar.

Su brazo rodeaba mi cintura y con la otra envolvía mi mano. Bailábamos con pasos rápidos, riendo, pegados.

- Yo... no sé bailar, Dan. -reí en varias ocasiones.

- Yo... no pienso lo mismo.

Sus ojos desprendían cariño y calidez, y no pude evitar ruborizarme cuando nuestras miradas se encontraron. En ese momento, dejamos de movernos, hasta quedarnos totalmente quietos, y sus dedos acariciaron mi fría piel. Contuve el aliento.

- Creo que es hora de volver a la posada. -susurró.

Asentí, a la vez que suspiraba. Por una parte, me alegraba de que hubiera dicho aquello. Me alegraba de que no me hubiera besado, porque... no lo habría soportado. Pero, por otra...

Sacudí la cabeza y aparté esa segunda parte de mi mente. Dan me agarró de la mano, y, después de salir de mi barco, corrimos bajo la lluvia en dirección a al posada.
Una vez frente a mi habitación, Dan me ofreció su ayuda para secarme, pero le dije que no era necesario. Entonces me despidió con un fuerte y cálido abrazo y se marchó a su habitación, chorreando agua y mojando la alfombra, al igual que yo.

Me quedé observando su espalda y sus movimientos hasta que desapareció en su habitación, no sin antes girarse para dedicarme una dulce sonrisa.

En mi habitación me di un baño de agua caliente, me puse un vaporoso camisón blanco y antes de meterme en la cama, sostuve el arrugado y húmedo papel que había supuesto mi hundimiento.

La tinta se había corrido ligeramente, pero se seguía apreciando el mensaje.

"Esta es la única manera para evitar hacerte más daño."

Dejé la nota extendida en la mesita de al lado de la cama, para que se secara. Y tal vez para que estuviera cerca de mí.

Aquella noche soñé con las estrellas. Nítidas, claras, reales. Me pareció tan real que dolía. Pequeñas luciérnagas recortadas contra el oscuro cielo, siendo la única luz en la fría noche. También soñé con Jacob. Con sus ojos verdes, en su forma de mirarme... cuando me quería.

Aquel completo extraño para mí, un joven que había conseguido enamorarme con una facilidad pasmosa.

¿Y dónde había quedado eso?

Ya no lo sabía.

Cuando me desperté, vi que la nota seguía estando en la mesita de noche, seca aunque algo arrugada. Sentí una fuerte punzada de dolor en el corazón y desvié rápidamente la mirada.

Una hora más tarde, Dan llamó a mi puerta, preparado, para avisarme de que íbamos a ir a desayunar a la taberna de la posada.

Nadie mencionó a Jacob, nadie sacó el tema. Pero sí vi las miradas llenas de tristeza que me dirigían.

Hablamos sobre los mismos temas banales, entre los cuales no faltaron sus recuerdos, recuerdos en los que yo aparecía. Recuerdos que yo seguía sin recordar. Rieron, y yo intenté reír con ellos, a pesar de lo difícil que se me hacía fingir felicidad.

Porque la inmensa felicidad que había sentido la noche anterior, con Dan, bailando bajo la lluvia, parecía haber desaparecido.

Después de desayunar (yo comí hasta llenarme, para ver si así conseguiría distraerme) subimos a la habitación de Diana, y nos quedamos largos minutos observando a la pequeña Kathlyn, aún dormida. Marcus se había encargado de cuidarla, cómo no.

- Bueno, Kathy, ¿qué tal estás? No has dicho nada en todo el desayuno.

Tragué saliva, y me quedé en silencio durante unos segundos que me parecieron eternos.

- Bien. -acabé respondiendo, con un hilo de voz.

Carraspeé, para ver si podía repetir la misma palabra pero más fuerte, ya que sus miradas les delataban; no se lo creían.

- Bueno. -dijo Olivia. -Cuéntanos entonces, ese plan tuyo de volver a ser la Princesa de los Mares.

Sus ojos estaban iluminados, y sus labios curvados en una preciosa sonrisa.

- Creo que sería bueno. Para todos. Y en especial para mí, ya sabéis. -murmuré.

Olivia rió dulcemente, y asintió, contenta.

- Que sepas que todos estamos de acuerdo, y que nos parece una idea increíble. Estamos contigo, Katherine.

Sus palabras me activaron. Me hicieron ponerme alerta, y casi con desesperación, dije, en un gruñido:

- Pero voy a esperar una semana.

No sabía por qué me había puesto así. Tal vez porque lo único que quería era que Jacob volviera, y así impedir que me fuera sola, sin él.

- Claro, Katherine. -contestó Olivia, asintiendo.

Su pelo rojo se agitó a su alrededor a la vez que ella asentía, lanzando destellos.

Y después de aquello, sacaron otro tema de conversación banal, y yo me limité a fingir que me interesaba.


***


Un día.

Dos días.

La espera se hacía agonizante, debido a que Jacob no aparecía. No veía su rostro por ninguna parte. Salvo en mis sueños.

Tres días.

Dan me repetía que vendría a por mí. Que esperaríamos hasta el último minuto.

Cuatro días.

En ese cuarto día, todos me llevaron a buscar tripulación. Se encargaron de hacer saber a la gente que la Princesa de los Mares volvía a su importante puesto, después de varios meses de recuperación. Y que para ello necesitaba tripulación.

Cinco días.

Al quinto, apareció gente. Mucha gente interesada en formar parte de mi tripulación. Yo estaba presente mientras se presentaba uno a uno, pero apenas les prestaba atención.

- ... y por eso estoy aquí, Princesa. -oí.

- Kathy, Kathy, escucha. -me susurró Dan. -¿Le has oído?

Parpadeé varias veces, para salir de mis pensamientos, y clavé la mirada en el joven que tenía ante mí. Piel bronceada, pelo castaño oscuro, que le caía desordenado sobre los hombros, los cuales eran anchos y fuertes.

- Claro.- susurré.

Dan suspiró y sacudió la cabeza.

- Tienes que elegir a los que quieres en tu tripulación, Kathy.

- A él... le quiero a él. -susurré.

- Está bien. contestó Dan. -Estás dentro. -dijo, dirigiéndose al joven.

Este sonrió ampliamente, pero yo ya estaba lejos de ahí en cuanto nos dio las gracias. Entonces Dan me zarandeó, obligándome a volver al mundo real, para escuchar las historias de los que querían pertenecer a mi tripulación.

Y lo hice.

Escuché la historia de seis jóvenes, seis mujeres a las que elegí para que estuvieran en mi tripulación, y las de otros siete hombre, a los que también cogí. Hubo otros tanto, que supe que no me iban a merecer la pena, según los consejos de Dan, y los rechacé. Las primeras veces me sentí mal por ellos, pero después supongo que me acostumbré y me fue más fácil decir que no.

Seis días.

¿De verdad creía que volvería? Mi dolor aumentó con cada maldito segundo que pasaba, cada maldito segundo que se arrastraba por mi lado, para recordarme que Jacob no había vuelto.

Aquel sexto día, reclutamos a otras tres jóvenes y dos hombres más, lo que hico un total de nueve mujeres y nueve hombres; dieciocho marineros dispuestos a venir conmigo en el Greenwood Wells.

Aquella noche no dormí nada.

Siete días.

Una semana completa desde aquel baile bajo la lluvia con Dan. Una semana después de haber sellado mi promesa de ser la Princesa de los Mares.

¿Y aún seguía creyendo que volvería? ¿Que vendría a por mí?

Aquel séptimo y maldito día me lo pasé encerrada en mi habitación. Todos entraron para animarme, pero no servía para nada. Dan se quedó conmigo el que más, y trató de consolarme con su abrazo, pero he de admitir que me mostré reacia a su contacto.

Necesitaba estar sola, con mis pensamientos. Con mi dolor, y con el fantasma imaginario de alguien que jamás volverá a por mí. Y con mi enfado.

La soledad era como una masa de oscuridad, pesada y profunda, que me envolvía con fuerza, dejándome sin respiración.

No lloré. No hice nada. Simplemente me quedé en pausa, en tiempo muerto.

Hasta la tarde de aquel séptimo día.

Vinieron a recogerme, y Dan trató de hablar conmigo, pero yo no contesté a ninguna de sus frases. Me quedaba en silencio, parpadeaba y fijaba la vista en un punto lejano.

En la oscuridad del dolor se estaba bien. Te acabas acostumbrando.

Empaquetaron en grandes cajas mi ropa y la suya, la cuna de la pequeña Kathlyn, y una gran cantidad de mantas. En otras, habían guardado provisiones para los distintos viajes. Y todas las cajas estaban colocadas en el muelle, esperando a ser colocadas en la bodega del barco.

Mi tripulación (los dieciocho hombres y mujeres) estaba en fila, esperando a que les saludara uno a uno. Y eso hice. Les di la mano uno a uno, escuchando sus nombres y sus "gracias". Y cuando le di la mano al último, la fila se deshizo, y comenzaron a cargar con las cajas, hacia el interior de la bodega, como si el barco les tragara.

Dan me animó a que ayudara, para ver si así podía sacarme de mi trance, o al menos obtener una respuesta decente que le asegurara que estaba viva.

En cambio, yo me limité a coger entre mis manos una caja y a pasar a su lado sin siquiera mirarle. Y en ese momento, subiendo por la rampa de madera, con la caja entre las manos, tuve otra "visión". Una extraña sensación, tal vez de alegría, y me vi en la misma posición, pero en otro ambiente; el cielo despejado, el sol brillando con fuerza, la gente paseando por el puerto. Y entonces vi a un hombre barrigudo que corría hacia mí gritando mi nombre. Me vi a mí misma girándome y escuchando lo que me decía.

"La reina... la reina dice... que paren en el puerto de Vigo. Ahí se encontrará con alguien, no me ha dicho quién. Haréis la expedición juntos, orden de la reina."

Y en cuanto abrí los ojos, me volví a encontrar en la misma rampa, con el cielo nublado, y con mi nueva tripulación pasando a mi lado para meter cajas. La visión había desaparecido.

Y por un momento, mi mente salió de la oscuridad para hacer una pregunta. "¿Quién sería aquella apersona con la que hice esa expedición?"

Y sin esperar respuesta alguna, volví a sumirme en mi trance.


***


La bodega estaba cerrada, y toda mi tripulación estaba en la cubierta, enrollando cuerdas y manejando las velas de nuestro enorme barco. No entendía de aquello, así que me limité a dejar que Dan fuera el que les enseñara cómo hacerlo.

"Supongo que en realidad, la Princesa de los Mares sigue en recuperación."

Yo estaba apoyada en la barandilla, con el corazón latiéndome dolorosamente. No podía irme. No quería. ¿Y si justo cuando me marchara, Jacob volvía para buscarme y se encontraba con unas habitaciones vacías? ¿Debería esperar un día más?

Las preguntas me machacaban, pero yo había hecho una promesa. Me decía que una semana había sido suficiente, pero entonces me inundaba la duda.

Y justo cuando estaban a punto de retirar la rampa de madera, para zarpar, vislumbré una cabellera rubia.

Se me aceleró el corazón y grité que se estuvieran quietos. Abrí la puerta de la barandilla con rapidez y bajé corriendo la rampa. Aparté a la gente que estaba en el puerto con fuerza, con la vista fija en esa cabellera rubia que también corría.

Me interné otra vez en la ciudad, sin hacer casos de los gritos de mis compañeros. Un nombre latía en mi mente, al ritmo de mi desbocado corazón.

A pesar de la multitud, no perdí de vista ese cabello rubio. Y justo cuando giraba en una esquina, me pareció atisbar el perfil de su rostro y me dio un vuelco el corazón.

Elizabeth.

Aceleré el paso, giré la esquina y...

No estaba. Había desaparecido. La multitud me impedía ver más allá de dos metros, y supe que había perdido a aquella persona.

No estaba segura de si era realmente ella, pero mi corazón se aferraba a que sí, que era ella. Y entonces supe que al perderla a ella, había perdido el rastro para encontrar a Jacob.

Sentí que mis fuerzas se marchitaban, y que los tentáculos del dolor me volvían a atrapar.

Dos minutos más tarde, Dan me agarraba del codo, jadeando, y me llevaba de vuelta a mi barco. Ahora sí que zarpábamos.


***


No quería verlo, pero lo hice. Observé cómo dejábamos atrás aquel puerto. Como si aún pudiera tener la oportunidad de ver a Jacob.

Y cuando el puerto no fue más que un puntito oscuro, me encerré en mi habitación sin decir palabra. No sabía a dónde íbamos, pero tampoco me interesaba.

Supongo que la idea de ser otra vez la Princesa de los Mares no me hacía ilusión. Porque serlo significaba que Jacob no había vuelto a por mí. Serlo significaba que le había perdido para siempre.

Y entonces lloré. Lloré porque dolía. Mucho. Lloré porque Jacob no había vuelto a por mí. Lloré porque mi vida no eran más que promesas rotas. Miles de ellas.

Promesas que el mismo Jacob había hecho. Promesas que él mismo había destrozado.

Y entonces, en mi camarote, tumbada sobre la cama, llorando y con los ojos de Jacob recortados contra la oscuridad de mi depresión, supe que le necesitaba.



12 comentarios:

  1. Hola soy la "socia" de bella, nunca antes te habia comentado, pero quiero que sepas que tu blog me encanta, es mas hay veces que hasta pienso que soy una friki, por que me ves a m,i en el movil casi todos los dias, haber si has subido o no.
    por otro lado tu blog me encanta ocomo he dicho antes) y tambien me encanta como escribes.
    por otro lado me parece un crimen que jacob se haya ido y otro crimen que es peor a un que segun parece con la "vivora"
    Bueno espero que sigas escrbiendo asi de bn.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oh, Dios, ¡muchísimas gracias! *___* No sabes lo feliz que me hace saber eso, en serio :') Asdfd Que me emociono eh :') Jo, muchísimas gracias, de verdad, no sabes cuánto aprecio este tipo de comentarios...
      Sé que es un crimen, si te soy sincera, pero en fin... Espero que a pesar de eso, me perdonéis. :)
      Y en serio, muchísimas gracias por leerme, y más aún por comentar y decirme lo que piensas :'))

      ¡Un beso!

      Eliminar
  2. PRE-CIO-SO.

    Dios, es que me encanta... Pero últimamente me hallo pasándolo muy mal JAJAJAJAJA No, en serio, PLEASE, quiero que esta situación acabe y que los dos se vuelvan a reencontrar.

    Ambos se lo merecen ( Están sufriendo demasiado, espero ese final feliz) (Aunque no quiero que acabe) *DILEMA MORAL*

    Yo me lo merezco (Quiero a este blog, lo sabes)

    Tú sufrirás si no haces lo que te pido (Es una opción muy buena también... JAJAJAJA)

    Bueno, el final... ¿Hola? FRASE PERFECTA:

    "Y entonces lloré. Lloré porque dolía. Mucho. Lloré porque Jacob no había vuelto a por mí. Lloré porque mi vida no eran más que promesas rotas. Miles de ellas."

    Tía... Yo sí que lloro ¿OK? Ok.

    Un besito lindaaaaaaaaaa :)
    Pásate:
    http://tansolounanochemas.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. LLO-RO.

      En serio, adoro tus comentarios. SIEMPRE ME QUEDO SIN PALABRAS, JO. Muchísimas gracias, Jane, de verdad :')))) Sé que soy cruel, y espero que me perdonéis... Y en cuanto al final... No sé qué pasará (bueno, en realidad sí, muejeje)

      Muchísimas gracias por leerme, Jane, y por escribir estos comentarios tan PERFECTOS, que me animan a seguir :')

      Un beso preciosa!

      PD: Sé que te debo muchos comentarios. Pero aún así... espero que sepas que sigo leyéndote SIEMPRE que subes ^^

      Eliminar
  3. HEY HEY HEY!!!! Llevo desaparecida tanto tiempo q ni yo me acuerdo de cuanto xD me sigue mega encantando tu historia y lo sabes jajaja.
    Ahí esta mi socia comentando ;3 jajajajaja
    Pos nada que ahora q es verano supongo q escribiras más no?? PUES TE OBLIGO YO A QUE PUBLIQUES MAÑANA :3
    Y TRAE DE VUELVA A JAKE YAAAAA o TE MATO! Puajajaja
    Nada q lo pases bien com las vacas y q tal las notas??? Jajajja
    MUCHOS BESOS!!
    MUACKKK!!! <3 :3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hey, Bella! ^^
      Muchísimas gracias, en serio :')
      Supongo que sí, que estoy teniendo más tiempo para escribir, aunque parezca que no... JAJAJA Pero es que a veces tengo... momentos en los que la inspiración no llega :(
      En fin, no puedo asegurarte nada, aunque me gustaría...
      Igualmente, Bella! Las notas han sido como me esperaba jajaja Y espero que las tuyas igual :)
      Un besazo, Bella, y muchísimas gracias por leer Diario del Mar y contarme tu opinión :')

      Eliminar
  4. Llámame pesada, pero no me canso de dejarte nominaciones al mejor blog porque todas las mereces y más. Un besazo cielo:

    http://sonsofwaterandfire.blogspot.com.es/2013/07/noticias-frescas-aunque-haga-mas-calor.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Pesada? ¿PESADA? ¡¿A TIIII?! Siguiente tontería. :)

      Muchísimas gracias, en serio, que me emociono jo. Porque las nominaciones vienen de un blog tan increíble... que me parece casi imposible...

      Un besazo, cielo, no sabes cuánto te lo agradezco :')))

      Eliminar
  5. ¡Enhorabuena! Tienes un premio en mi blog ;3
    http://escribiendosgarcia.blogspot.com.es/2013/07/premio-one-lovely-blog-award.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Ay, muchísimas gracias! De verdad, os lo agradezco muchísimo... :_____)

      Eliminar
  6. Estas nominada en mi blog!

    http://senoshacecortoeltiempo.blogspot.com.es/2013/07/cadena.html

    Besos^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Muchísimas gracias!! Jo, en serio... adsfdgf. :___)

      Un besazo!

      Eliminar