Diario del Mar

"Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. Mi madre se llamaba Anne Wells, y falleció cuando yo había cumplido seis años. Mi padre, Alfonso Greenwood, me enseñó todo lo que sé sobre el mar, pero por desgracia, desapareció hace dos años, sin dejar rastro. Y desde entonces, no he dejado de buscarle."




Seguidores

viernes, 28 de diciembre de 2012

DDM: Capítulo 60

¡Hola a todos! :3

Aquí está el capítulo 60. :) He sido muy mala, lo sé, pero creo que lo he arreglado, ¿no? :)
Espero que disfrutéis con el capítulo, y también espero vuestros perfectos e increíbles comentarios :)

Y como ya sabéis, si aún no habéis votado... En esta entrada os explico lo que tenéis que hacer, por si queréis votar por algún blog en especial. Aunque si se trata de Diario del Mar... mucho mejor, ¿no? :)

                                                                 ¿Me ayudáis?

Un aviso: la pestaña ¡Contacta conmigo! ha sido actualizada; hubo un problema con la dirección de correo electrónico... la escribí mal :/ Eso es lo que ocurrió, si intentasteis contactar conmigo (que, sinceramente, no creo...) También he añadido mi Twitter, por si os interesa.


¡Ah!, espero que estéis pasando una geniales vacaciones, y como no lo dije antes... ¡Feliz Navidad!





El cielo nocturno se erguía sobre nosotros, pero a mí me parecía que había demasiado luz.

Nada giraba. Nada se movía a mi alrededor. Ni siquiera el mar. El aire que entraba en mis pulmones me hacía daño. Tenía los músculos agarrotados, y me era imposible reaccionar.
Lo veía todo nublado por culpa de las lágrimas.

- ¿Jake...? -respondió en un murmuro.

No necesitaba nada más. Tan sólo una palabra, pronunciada de esa forma tan única. Aquella voz... aquella voz era la que había estado tratando de escuchar desde hace más de tres meses. Esa voz ha sido la que he deseado tener en mi oído durante tanto tiempo.

Pero no podía ser. No podía ser real, nada de aquello podía estar ocurriendo.

Y de pronto, la figura que había respondido, se giró lentamente hacia mí, haciendo que crujiera la madera bajo su peso. Pero mi interior crujió aún más alto. Mi corazón latía disparado, tratando de bombear la sangre necesaria para poder mantenerme con vida.

Todo se paró durante unos segundos, todo se quedó en suspensión a mi alrededor.

Ese rostro era el rostro que había necesitado ver desde hace más de tres meses. Ese era el rostro capaz de llevarse todo el dolor con una sola mirada, o una sonrisa. Ese era el rostro que podía iluminar el mundo entero. Ese era el rostro que me habían arrebatado, ese era... el rostro de la persona que de verdad amaba.

Mis rodillas temblaron ligeramente, y temí derrumbarme en aquel preciso momento. Era incapaz de reaccionar, porque todo lo que creía perdido... estaba delante de mí en esos momentos. Me estaba mirando, y podía reconocer esa mirada en cualquier parte del mundo.

¿Cómo la persona que creías muerta... puede estar ante ti, viva? ¿Cómo...?

Katherine se levantó con torpeza, y caminó lentamente hacia mí, boquiabierta y con los ojos brillantes por las lágrimas. Traté de dar un paso, pero mis músculos no respondían.

Me daba igual si aquello que estaba ocurriendo era o no real. Yo sólo quería moverme, correr hacia ella, acortar la distancia entre nosotros hasta estar tan pegados que no se nos distinguiera. Sólo quería abrazarla y no soltarla nunca.

Los ojos aguamarina de mi mente comenzaron a brillar con intensidad, y llenos de felicidad. Ya no necesitaba tenerlos en mi mente, porque los tenía delante, justamente delante.

Me obligué a respirar, y como empujado por una fuerza divina, eché a correr hacia ella. Pude ver su sonrisa, también vi sus lágrimas. Supuse que yo también estaba sonriendo, y llorando. Cuando estuve lo suficientemente cerca, la abracé por encima de la cintura y la elevé del suelo. Sentí el contacto de los brazos de Kathy alrededor de mi cuello, y sentí un escalofrío.

Era real. No era mi imaginación.

Kathy era real, y estaba abrazándola. Por imposible que pareciera, la tenía entre mis brazos, com había deseado desde hacía meses.

Y en cuanto fui totalmente consciente de que Katherine era real, que su cuerpo estaba pegado al mío, el llanto ascendió hasta mis ojos, y me eché a llorar de auténtica felicidad, lo que me obligó a tener que dejarla sobre el suelo, pero no a soltarla.

- Jake... -susurró. -Jake...

La adrenalina corría por mis venas, todo mi cuerpo temblaba de la emoción, y sólo quería gritar y llorar.

- Kathy, estás aquí... Estás viva... -conseguí decir.

Nada más terminar la frase, se me quebró la voz, y sollocé en su hombro, temblando, sin poder creérmelo del todo. La apreté contra mí, con miedo de que fuera irreal, o que fuera a desaparecer en cualquier momento.

La felicidad me invadía. La tenía entre mis brazos. No podía dejar de repetírmelo. Kathy, mi vida, estaba conmigo.

- Sssh, Jake... -susurró, riendo y llorando a la vez. -Estoy aquí, Jake, estoy contigo...

Y era verdad. No había mentira en esas palabras. Katherine estaba de vuelta, no sabía cómo, pero me daba igual. Porque estaba conmigo, estaba abrazándome, cerca de mí. Por fin.


***

(Katherine)


Creí que se me iba a salir el corazón del pecho, ya que me dolía cada latido, y lo sentía en cada una de mis terminaciones nerviosas.

Jake... Mi Jake. Mi Jake estaba vivo, y estaba conmigo. Estábamos juntos. Y sabía que todo había sido gracias a... a muchas personas. Pero sobretodo, gracias a Harry.

Traté de pegarme más a él, sintiendo su cálido contacto en mi cuerpo, pero no pude dejar de llorar de felicidad. Sus manos subieron hasta mi rostro, las colocó en mis mejillas, obligándome a mirarle.

- Kathy... Te he echado demasiado de menos... -susurró.

Me limpió las lágrimas con el pulgar, y yo cerré los ojos para tratar de contener el llanto. Volví a abrirlos, y me concentré en sus preciosos ojos verdes, que brillaban con luz propia.

- Y yo a ti, Jacob... -conseguí responder, y se me quebró la voz.

Aún me parecía que había demasiada distancia entre los dos. Pero Jake pareció leerme la mente, porque se encargó de salvar esa distancia. De la manera más mágica e increíble posible.

Se inclinó hacia mí, y miles de chispas explotaron en mi interior cuando sus labios encontraron los míos. Después de tanto tiempo.
Deseé que ese momento durara infinito, que jamás se acabara. Pero no me importaba. Porque a partir de ese momento, tendríamos todo el tiempo del mundo para estar juntos. Y para besarnos todo lo que quisiéramos. Porque siempre sería igual de mágico.

Aquel beso fue tan parecido como el primero que me dio en aquel bosque. Urgente, desesperado, apasionado, pero dulce y mágico. Irreal.

Se apartó unos centímetros, y sé que ambos sentimos lo mismo. No queríamos que esos centímetros existieran entre nosotros. Ni siquiera un escaso milímetro.

- Lo siento. -susurró de pronto, cerrando los ojos. -Lo siento muchísimo, Kathy. De verdad.

No pude evitar sonreír, y le acaricié la mejilla, dejando que hablara, mientras me temblaba el labio inferior.

- Porque no te protegí, Kathy... Permití que te... que te hicieran daño.

- Sssh... -coloqué el dedo índice sobre sus labios, obligándole a callar. -Ahora estoy contigo, Jake. Y no quiero lamentaciones.

Jake abrió los ojos, y pude ver la tristeza en ellos. La culpa.

- Sólo quiero que me beses. -susurré, sonriendo.

Jake sonrió a la vez, y sin perder tiempo, volvió a presionar sus labios contra los míos. Sentí la energía de aquel beso corriendo por mis venas, y haciéndome temblar de puro placer. No necesitaba más. Porque eso era todo lo que necesitaba. Que Jacob me besara, haciéndome creer que todo estaba bien, y que nada malo había ocurrido; que todo seguía como antes.

Le tenía frente a mí. Sus labios sobre los míos. Sus manos en mi piel. Cerca. Demasiado cerca. Y todo era como un sueño. Un sueño hecho realidad. Finalmente.

Bajó su mano derecha hasta mi cintura, y me apretó aún más contra él. Enredó los dedos de su mano izquierda en mi pelo, sujetándome por la nuca mientras me besaba.
Eso era lo que había necesitado siempre; vaciar mi mente de cualquier problema, y concentrarme en los labios de Jake besando los míos, en sus manos acariciando mi piel. Produciéndome escalofríos.

Jake no paró. Yo tampoco quería que parara. Podríamos estar así toda la noche, por los meses que habíamos estado separados.

- No te voy a soltar, Kathy. Nunca más. No me voy a separar de ti, ni siquiera cuando te hayas olvidado de mí. ¿Me oyes? Y esta vez lo voy a cumplir. Vas a tener que acostumbrarte a mi presencia, en cada movimiento que hagas.

- No tengo ningún inconveniente en acostumbrarme. -contesté, separándome unos centímetros. -Además, si tú no me agarras, seré yo la que se agarre y no te suelte, y si tú te alejas, seré yo la que se acerque y no se separe de ti.

Jake soltó una suave carcajada, y cerró los ojos, sacudiendo la cabeza.

- Seré tu sombra. Nadie podrá volver a tocarte, ni hacerte daño, porque me encargaré de matarle. Y esta vez te lo prometo. -murmuró, con los ojos cerrados y su frente apoyada en la mía.

- También lo cumpliste la última vez que me lo prometiste.

Jake negó con la cabeza, y suspiró, sin separarse de mí ni abrir los ojos.

- Mataste a Patrick. -añadí, acariciando su labio inferior con la punta de los dedos.

- Pero demasiado tarde. Después de que te hiciera daño. -hizo una pausa, y cerró la mano con fuerza sobre un mechón de mi pelo. -Te prometo que jamás volverán a hacerte daño. Nadie.

Noté la ira en su voz. A pesar de ser enfado, me pareció un gesto muy dulce. Porque se preocupaba por mí, mucho, hasta el punto de matar a aquel que me hiciera daño.

Me mordí el labio inferior, y no pude evitar sonreír, mientras una lágrima rodaba por mi mejilla, y mi labio inferior temblaba, al igual que mis piernas.
Recordar todo lo que me habían hecho... Y las lágrimas siguieron saliendo. Me obligué a cerrar los ojos, y apoyé las manos sobre su pecho.

- Tranquila, Kathy, tranquila... -susurró para tranquilizarme. -Todo ha pasado, Kathy. Ya... ya no estás con ellos. Estás conmigo. No te pueden hacer daño, ¿me oyes? Estás a salvo.

Me envolvió entre sus brazos, y ahogué mis sollozos en su hombro. Sus brazos me apretaban con fuerza y firmeza, y me sentí, por primera vez, a salvo de cualquier peligro. Lo único que odiaba era que Jake se sintiera culpable por lo que me hicieron...

Me acarició el pelo, y me obligué a dejar de llorar, aunque las lágrimas seguían brotando de mis ojos.
Sabía que lo tenía todo, que él me protegería, aunque ya no estuviera en peligro. Pero el recuerdo de lo que ocurrió durante esos meses sería imborrable. Aunque gracias a su presencia, estaba segura de que podría suavizarlo y olvidarlo de alguna manera.

Pero recordar el hecho de que Patrick... abusó de mí, me hace sentir escalofríos por todo el cuerpo. Porque creía que sólo por eso, Jake me rechazaría. Y creo que notó el miedo en mis ojos en cuanto me miró.

- Tienes miedo, Kathy. Y sé que... no es sólo por todo esto. Sé que hay algo más.

Yo asentí, y fruncí los labios, atreviéndome a mirarle a los ojos.

- Miedo al rechazo. -murmuré. -Tu rechazo.

- ¿Qué? -inquirió, frunciendo el ceño, como si le hiciera gracia lo que acababa de decir.

- Por lo que me hizo Patrick. -musité, cerrando los ojos.

- Te quiero, Katherine Greenwood Wells. -sujetó mi rostro con sus manos, y continuó. -Mi amor por ti es muchísimo más grande que eso. Más grande que todo lo que te hicieron. ¿Crees que te rechazaría porque un imbécil te puso las manos encima, sin que tú pudieras hacer nada? Estás muy equivocada, Katherine. Si un chico te dejara sólo por eso... realmente sería porque tiene un grave problema.

Esbocé una leve sonrisa, que fue creciendo conforme mi miedo desaparecía. Jake era todo lo que necesitaba. ¿Cómo pude haber insultado en su día al joven más perfecto de todo el mundo? Estaba segura de que jamás encontraría a alguien como él si le perdiera... Y él podría encontrar a miles de chicas como yo o mejores.

Pero Jake era mío. Y no tenía por qué perderle otra vez.

- Te quiero, Kathy... Dios, podría estar diciéndotelo continuamente para expresar todo lo que siento en estos momentos.

Solté una suave carcajada, y alcé la mirada hacia él, perdiéndome en sus ojos. La luna bañaba su rostro y su pelo, su piel bronceada y suave, y los músculos del cuello. Instantáneamente viajé al pasado, a aquella noche en el bosque. Aquella noche estaba triste, y tenía un aspecto más demacrado. Aunque seguía estando igual de guapo que siempre.

Pero en ese momento... en ese momento estaba irresistible. Era normal que todas las jóvenes cayeran rendidas a sus pies, porque sólo necesitaba una mirada para enamorarlas.

Giré la cabeza justo cuando vi que Jake miraba hacia Brittany, la mujer que me había ayudado a sobrevivir.

- ¿Quién es? -preguntó, buscando mis manos y entrelazando las suyas con las mías.

- Es... es Brittany. Era criada en la casa de... Patrick. Y ella me salvó. -contesté en un susurro.

Jake me dirigió una leve mirada, y soltó una de mis manos. Caminó hacia la criada, y yo detrás de él; ninguno se atrevía a soltarse de todo.

- Hola, Brittany. Soy...

- Sí, lo sé. -respondió con voz tímida y una sonrisita. -Kathy nunca ha dejado de hablarme de usted, Príncipe de los Mares.

Jake esbozó una media sonrisa, y noté cómo el calor subía. Esa media sonrisa era la que siempre conseguía derretirme.

- Debo darle las gracias por salvarla, Brittany. Has salvado lo único que me quedaba en este mundo.

Brittany sonrió ampliamente, y asintió con la cabeza. Yo noté un extremo calor en las mejillas. ¿Jamás se cansaría de decir cosas tan bonitas refiriéndose a mí?
Jake se giró y me tendió la otra mano, la cual agarré sin pensármelo dos veces.

- Voy a llevarla hasta mi habitación, Princesa. -susurró, esbozando una media sonrisa. -Porque ni siquiera la dejaré dormir lejos de mí.

Ahogué un grito de sorpresa en cuanto me cogió en volandas, como si de una auténtica princesa me tratara... Rodeé su cuello con ambos brazos, y le dirigí una mirada a Brittany, para que nos siguiera. Jake echó a caminar, y no parecía estar cansado de llevarme en brazos. Sus manos me sujetaban con firmeza, y no temblaron en ningún momento. Apoyé mi cabeza en su pecho, sonriendo.

¿De verdad había soñado con alguien mejor? Porque ese alguien no existía. Jacob era el mejor de todos, y no me merecía tanto.

No sé cuanto tardamos en llegar a una posada que parecía algo antigua, pero a mí se me pasó volando. Jake carraspeó, y dijo:

- La habitación es la 50, la última de todas, en el último piso.

Brittany asintió, y me dirigió una última mirada, a la cual yo sólo pude sonreír. Brittany entró en la posada, y la perdí de vista.

- Sutil forma de librarte de ella, Jake. -susurré

- Lo sé. -contestó, riendo.

Notaba en su voz demasiada felicidad. Estaba claro que alegrarse de verme era decir poco. Al igual que yo.
Me dejó con suavidad en el suelo, y colocó una mano en mi cintura. Ejerció algo de fuerza sobre mí, y me hizo dar unos pasos hacia atrás, hasta que mi espalda se topó con la pared de piedra del edificio, al lado de la entrada.

Apoyó su frente contra la mía, y sus ojos se posaron en los míos, y luego en mis labios.

- Estás aquí. -dijo en un susurro. -Has vuelto. Y no sé cómo, pero me da igual. Ha sido... un milagro. Jamás pensé que podría volver a hacer esto, a besarte, a abrazarte. Porque creí que te habías ido del todo.

No quise hablar, porque me había quedado sin palabras. Y sin respiración. La distancia entre nuestros cuerpos era mínima, y estábamos solos, por fin solos.
Ladeó ligeramente la cabeza y sentí otro escalofrío cuando presionó sus labios contra los míos, de una manera suave y dulce. Era un beso diferente, lleno de cariño. Lleno de ternura. Sus labios se movían despacio sobre los míos, haciendo que los escalofríos de placer se multiplicaran.

- Podría pasarme lo que queda de noche haciendo esto. -susurró, mientras su mano acariciaba mi cintura. -Y todos los días. Ahora que te tengo a mi lado...

- Tenemos toda la vida por delante, ¿no? -respondí, rozando sus labios con ligereza.

Jake sonrió mientras volvía a besarme con la suavidad del último beso.

- No te voy a mentir, Kathy. Esta noche te quería sólo para mí, como mínimo, para no ser egoísta. Pero aún así sigo siendo egoísta.

Se me encendieron las mejillas sólo de pensarlo.

- ¿Por qué egoísta?

- Porque hay más gente que, estoy seguro, quiere verte. -respondió, apoyando su frente contra la mía por segunda vez.

- ¿Ah, sí? ¿Quién?

- ¿No crees que es mejor que lo veas tú misma? -rebatió con una media sonrisa que volvió a derretirme.

Me mordí el labio inferior, sin apartar la vista de sus brillantes e intensos ojos verdes, que ejercían un auténtico poder sobre mí.

- Te quiero, Jake. -murmuré.

- No puedo decir lo mismo. La palabra se queda demasiado corta.

Mi corazón saltó de felicidad en cuanto oí su respuesta. ¿Cómo podía haber elegido alguien tan perfecto a alguien como... yo? Jamás lo entendería.

Me agarró de la mano con suavidad, y tiró de mí hacia el interior de la posada. Corrí detrás de él, sin soltar su mano. En ningún momento habíamos perdido el contacto. Sabía que ambos teníamos miedo de que el otro se evaporara, o desapareciera sin ningún motivo.

Me guió hasta unas escaleras, y las subí con bastante torpeza, ya que no estaba acostumbrada a hacer tantos esfuerzos... no después de haber estado al borde de la muerte. Sentí un pinchazo en el estómago, y me encogí de dolor, sin soltar la mano de Jake. Debí frenar, por lo que Jake se dio la vuelta.

- Eh, Kathy, ¿estás bien?

- Sí, sí... -contesté.

Jake retrocedió, y alzó mi rostro por el mentón.

- ¿Qué ocurre?

- No es nada... -esbocé una leve sonrisa, a pesar del pinchazo. -Es sólo que aún me cuesta actuar normal. Ya sabes, debo recuperarme del todo.

Sabía que pediría explicaciones, y que me preguntaría qué ocurrió, y por qué sigo viva. Yo también me lo pregunté cuando desperté.
Pero no quería arruinar ese momento con mi debilidad, así que agarré aún más fuerte la mano de Jake, y seguí corriendo tras él.

Al llegar a la última planta, Jake frenó delante de una habitación, y me miró con una sonrisa. Se mordió el labio inferior, mientras miraba mis labios. Sonreí, y me acerqué a él. Alcé la cabeza y le di un fugaz beso.
Jacob asintió, satisfecho, y volvió a mirar a la puerta.

- No me quiero ni imaginar cómo se pondrán al verte...

Apreté los puños, tratando de no llorar o gritar de emoción. ¿Quién me quería ver...? ¿Quién de todos los que perdí hace meses han vuelto?

Jacob abrió la puerta, y me hizo un gesto con el brazo, como si fuera un elegante caballero, y me dejó pasar.
Murmuré un "Gracias" con una sonrisa, y entré en la habitación, la cual estaba en penumbra. En la enorme cama había dos cuerpos que dormían plácidamente, y a lado... una cuna.

Me quedé boquiabierta y sin aire. Golpeé suavemente el brazo de Jake, y éste me miró. Señalé la cuna, con la boca abierta, y él sonrió:

- Vas a tener que darle la bienvenida a la hija de Diana, Kathlyn. -sonrió Jacob.

¿La hija de Diana ya había nacido...? Eso significaba que... que Diana estaba en esa habitación.
El corazón me saltó de felicidad, y creí que se me iba a salir del pecho de lo fuerte que latía. Caminé con paso lento a la cama, y cuando me acerqué, pude ver el rostro de Diana, que dormía profundamente.
Di...

Acaricié su mejilla, y una lágrima rodó por la mía. Hacía tanto que no la veía... Jake caminó hasta el otro lado de la cama, pero yo estaba concentrada en Diana.

- Eh, Di... -susurré. -¿A que no adivinas quién soy? -pregunté, sonriendo.

Diana se removió, suspirando. Parpadeó un par de veces, y se estiró levemente, antes de entreabrir los ojos y mirarme:

- ¿Qué pasa...? -susurró.

Yo sólo fui capaz de reír de pura alegría. Parpadeé para disipar las lágrimas que se acumulaban en mis ojos.

Y entonces, Diana abrió más los ojos y rodeó mi cuello con rapidez.

- ¡Kathy! -exclamó, sorprendida. -¡Kathy, estás aquí! ¡Estás viva! ¡No es un sueño! -gritó, fuera de sí.

Me abrazó con fuerza, y yo sólo pude reír y devolverla el abrazo. Sentir su contacto otra vez me alivió, haciendo que todo mi miedo desapareciera. Aunque en el fondo, mi corazón no podía dejar de preocuparse, porque en aquella habitación faltaban muchas personas.

- Tú también estás viva, Di... -contesté. -Y por lo que veo... ya has traído al mundo a la pequeña... Kathlyn.

Diana soltó una risita tímida y se apartó unos centímetros de mí. Las lágrimas bañaban su rostro, sin poder frenarlas.

- Vamos, no llores. ¡Estoy aquí, estamos aquí! -dije, secando sus lágrimas, antes de volver a abrazarla con fuerza.

Y de pronto, para hacerme llorar aún más, otra segunda voz femenina.

- ¿Kathy...? ¿Eres tú...? No... no me lo puedo creer... -murmuró.

Abrí los ojos, apartándome de Diana con lentitud, para observar a la figura que se había incorporado y estaba sentada en la cama. Estaba a contraluz, pero no necesité ver su cara. Me valió con ver su cabello del color del fuego, como si las propias llamas ardieran enmarcando su rostro.

- Liv... -susurré, sorprendida.

Me levanté de la cama, a la vez que la pequeña Liv se bajaba de la cama y caminaba hacia mí. Nos fundimos en un cálido abrazo, y cerré los ojos, mientras las lágrimas seguían bajando por mis mejillas.

- Liv, tú también estás viva... Pensé que te había pasado algo malo...

- Yo estoy bien. He estado siempre bien... pero vosotros... Jacob me lo contó todo. -contestó, con voz ahogada sobre mi pecho.

Jamás hubiera pensado que todo podría acabar bien. Jamás pensé que todo lo malo, podía quedarse en el pasado.

Liv se apartó de mí, sin dejar de mirarme.

- No es un sueño, Kathy... Estás enfrente de mí... Estás... viva.

Se abalanzó sobre mi cuello, abrazándome con fuerza, cortando mi respiración.
Yo estaba demasiado congelada como para poder actuar con normalidad, porque no me creía que Diana y Liv estuviera ahí. Ni haber encontrado a Jake. No me creía nada. Pero sus ojos bañados en lágrimas eran reales; sus sonrisas eran reales; sus rostros eran reales; sus abrazos eran reales. Todo era real.

Yo asentí, frunciendo los labios, para tratar de dejar de llorar. La pelirroja se giró y miró a Jake, sonriente.

- Ya no necesito presentarte a Clara. -rió como si estuviera loca. -¡Ya no!

Jake sacudió la cabeza, cruzado de brazos. Frunció los labios, y apartó la mirada.

- Ya te dije que no iba a reemplazarla. -contestó con indiferencia.

Sonreí, y me di cuenta de que Liv ahora hablaba muchísimo mejor. Mucho más fluido, y ya no la costaba pronunciar mi nombre. Como si llevara toda una vida aprendiendo.

- Eh, Liv... ¿Has visto cómo hablas? -dije, de pronto, sonriendo ampliamente.

- ¿Qué? ¡Ah, sí! -exclamó, riendo. -Marcus me ha enseñado todo lo que no sabía, y gracias a él... lo hago mejor.

Reí, y volví a abrazarla con fuerza. La pequeña Liv que conocí en la isla había cambiado notablemente. Sus facciones se habían endurecido, de alguna manera. Había perdido ese rasgo infantil que la caracterizaba, y parecía mucho más madura.

- Por cierto, ¿quién es esa Clara y por que Jake iba a conocerla? -pregunté, apartándome de Liv, que seguía sonriendo de manera... infantil, lo cual me recordó a la primera vez que la vi en la isla.

- Liv y Diana estaban empeñadas en que debía conocer a alguien nuevo, y empezar de cero. -contestó Jake, cruzado de brazos, y acercándose a nosotras. -Pero yo ya la dije lo que pensaba.

Jake siguió acercándose a nosotras, sin apartar la mirada de mí.

- Que no necesito a nadie más en mi vida, aunque tú ya no estuvieras. Y que no quiero conocer a nadie más, salvo que se llame Katherine Greenwood Wells y tenga los ojos color aguamarina. Y que me haga sentir lo mismo que me haces sentir tú cuando sonríes, o cuando me hablas.

- En resumen; se negó. -interrumpió Liv, poniendo los ojos en blanco.

Oí la suave risa de Diana, entre ligeros sollozos de emoción.

Jake siguió mirándome, a pesar de que Liv estuviera hablando. Tenía su media sonrisa pintada en los labios, y otra vez sentí que hacía demasiado calor.

- Aunque no sé ni por qué lo intenté, si ya sabía que estaba enamorado de ti... No todos los jóvenes asesinan a los reyes por una dama. -añadió Liv, pasando entre nosotros y yendo hacia Diana para abrazarla.

Fruncí el ceño, y traté de decir algo. ¿Asesinan a los reyes?

- ¿Qué? -conseguí decir.

- Jacob estaba demasiado dolido y enfadado. Patrick ya había muerto, y sólo faltaba alguien; el centro de sus problemas, la persona que había iniciado todo aquello. La querida reina que nos metió en esto. Y lo hizo por ti. -respondió Diana, mirándome y agarrando la mano de Liv para tratar de apagar el llanto de felicidad.

Desvié la mirada hacia Jacob, pero no supe qué decir. Él se encogió de hombros, y esbozó su típica media sonrisa.

- La guardaba demasiado rencor. -añadió, simplemente. -Fue un accidente, nadie sospechó.

Se acercó aún más a mí, y entrelazó su mano con la mía. Le dirigí una rápida y dulce mirada, y tiré de él hasta la cuna de la hija de Diana. Me incliné sobre ella y observé a la pequeña Kathlyn, que dormía plácidamente.

- Es preciosa... -susurré.

Alcé la mirada a Jake, con una enorme sonrisa. Él también sonreía, pero de una manera algo triste.

- Lo es. -contestó él, mirando a Kathlyn.

Me imaginaba ligeramente el por qué de esa tristeza.


"- ¿Sabes? No quiero tener hijos. -digo de pronto.

Jacob se gira hacia mí, extrañado.

- ¿Por qué? -pregunta.

- No sé, por muchas cosas. Una de ellas es porque... tengo miedo. Miedo a que pase cualquier cosa que pueda herirme, como perderte y quedarme sola. O no sé... cualquier cosa."


Pero ahora sé que Jacob jamás me abandonaría.



9 comentarios:

  1. TE HAS SUPERADO ! TE HAS SUPERADO ! TE HAS SUPERADO CON CRECES!
    HA MERECIDO LA PENA ESPERAR Y SUFRIR SI DESPUÉS ME REGALAS ESTE CAPITULO.
    DIOS ! COMO ME ALEGRO DE HABER DESCUBIERTO ESTE BLOG :')
    YO.. YO... NO SE QUE DECIR, PONGO MAYÚSCULAS PORQUE POR DENTRO ESTOY ALGO EUFÓRICA

    Lo primero, gracias por hacerlo tan largo, maravilloso, perfecto, ALEGRE, y especial
    Lo segundo gracias por haber publicado
    Lo tercero estoy loca y totalmente enamorada de esta historia

    Y antes de acabar decirte que ha sido un placer crear la Lista de Blogs para que participes en ella, porque no me imagino nada mejor que hacer que todo el mundo conozca tu historia.

    Por favor, sigue escribiendo como lo haces. Sigue imaginando las cosas que imaginas. Y sigue trayéndome esta maravillosa historia algún tiempo más.

    Es una pena que haya tanto talento desconocido por blogger :(

    Un saludo enorme PERFECTÍSIMA escritora.

    P.D: mal hecho eso de poner tu correo... mal hecho... ahora te daré la 'tabarra' y te obligaré a mandarme un poquito de los capítulos porque no puedo esperar, aunque esta vez me he quedado mas tranquila después de un capitulo de felicidad

    Tu mayor fan.

    Andrea Everdeen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. *MUERTE INSTANTÁNEA* *OTRA VEZ MUERE* *Y VUELVE A MORIR* *Y PORSI FUERA POCO, VUELVE A MORIR*
      Asadsgde ¿en serio piensas eso? ¿En serio te gusta mi historia? *____*

      Lo primero; muchísimas gracias por leer mis capítulos.
      Lo segundo; muchísimas gracias por haber comentado tan rápido (y tan increíble y perfecto, pero eso ya lo sabes...)
      Lo tercero; estoy loca y totalmente enamorada de tus comentarios (y de tu blog y tu historia pero es obvio, ¿vale?) :)

      Asaddfsh a mí también me encantaría dar a conocer mi blog, sería genial... Sólo para ver si lo que escribo merece la pena :') Y te doy infinitas gracias por haber creado la Lista, en serio.

      Seguiré, seguiré, ya que alguien tan genial como tú me lo pide *___* Voy a alargarla todo lo que pueda, pero me temo que no... no falta mucho :( ANYWAY, ya se dirá cuando llegue al final, ¿no? :)

      Asadgefdf me lo dice alguien que escribe tan genial... y con demasiado talento. ;) (indirecta; a ver si repartes eeh)

      Un besazo enorme, Andrea, y en serio, no sabes lo agradecida que estoy por todo lo que haces por mí, de verdad... es como, es como... AAAAH NO HAY PALABRAS, JOPEE. UN TE LO AGRADEZCO SE QUEDA CORTO.

      P.D:No hay ningún problema, de verdad *___* Así no me siento... Forever Alone jajaja.

      Un besazo, Andrea :')

      Eliminar
  2. Me parece que no hace falta ni decirlo... Pero el capítulo es PERFECTO. Después de tantos capítulos tan tristes este era el más esperado! Te ha quedado perfecto como siempre :)
    Nuria.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oh, Dios, ¿en serio lo crees? :')
      Sí, la verdad es que, al menos para mí, era el más esperado :) Bueno, y todos los que vienen a partir de este x)
      Jo, en serio, muchísimas gracias, de verdad, me alegro muchísimo de que pienses eso :')
      ¡Muchísimas gracias Nuria! <3

      Eliminar
  3. JEJEJEJEJEJEJE ¿TE ACUERDAS DE MÍ?
    Prometo que no me he olvidado de tu blog, pero si no te comento ni nada es porque todavía son muchos los capítulos que me faltan para ponerme al día (entiéndeme, durante el trimestre me era muy difícil dedicarle el tiempo suficiente, y ahora de vacaciones me vuelvo una osa perezosa sin perdón de Dios). SIN EMBARGO, TE PUEDO ASEGURAR QUE LOS CAPÍTULOS QUE HE LEÍDO SON ASHGJLJKÑ*_* PERFECCIÓN EN MAYÚSCULAS. Escribes genial y la historia me engancha y... y... Que, jopé, ojalá todas escribiéramos así :( Dame tiempoooo, pero créeme que amo mucho tu blog. Un beso guapísima :3 (KKK)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto que me acuerdo de ti *___*
      Tranquila, te entiendo perfectamente, ¡a mí también me pasa! Jo, no sabes la ilusión que me ha hecho este comentario, y más si encima no tienes tiempo :')
      Jooo, muero, de verdad, ¿en serio lo crees? :3
      Afdghwfqgd ¿ojalá todas escribiéramos así? ¿SABES LO EMOCIONADA QUE ESTOY POR ESO? Aunque sea mentira, ya que me lo está diciendo alguien que ha llegado al máximo de perfección en cuanto a escribir... ^^
      Tranquila, de verdad, no tienes que pedir disculpas por nada, el blog sigue aquí, para cuando tú tengas tiempo :')
      Adgfdeg un besazo, preciosa, y muchísimas gracias por todo <333

      Eliminar
  4. Espera, espera espera... (saliendo del shock)
    AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!SIGUEEE VIVAAA SIGUE VIVAA SIGUE VIVAA!! Lo sabíaaa lo sabíaaa, ella no podía morirrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!! Cuanto he esperado a que llegase este momento.
    Ya no lloro de tristeza, sino de alegriaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
    Es perfecto, NO, MÁS QUE PERFECTOOO. Espera, AÚN MÁS QUE ESOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!
    Y yo que todavía me acuerdo del primer capítulo que publicastes.... :D :) :D
    Es INCREÍBLE y te juro que ya no soy capaz de decirte lo mucho que me encantaa!! Porque al igual que JAKE: me he quedado SIN PALABRAS!!
    Bueno, yo no te voy a escribir un cacho testamento, porque lo que escribiría sería más un libro. Así que me limito a decir lo que espero que sigas recordando: ¿Publicarás en papel no?? ;)
    MUCHISIMOS BESOSS DE TÚ 100% NÚMERO 1
    Cris

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII *________________*
      Me alegro que ahora sea de alegría, en vez de tristeza, la verdad :') Ya me tomaba por una muy mala persona...
      Jo, ¿de verdad lo crees? :') Ahora lloro yo de emoción, de verdad...
      VALE, QUÉ COINCIDENCIA. *_* Ayer justo empecé a leerme la historia desde el principio, y Dios, arg, que recuerdos jajaja. Tú estuviste desde el principio, cómo me acuerdo :') Y me entró así la melancolía, porque no me creo que vayamos por el capítulo 60, y todo esto ha sido gracias a vosotros, a que seguís leyéndome a pesar de todo... No sabes cuánto os lo agradezco :)
      Pues... la verdad es que no lo sé :) No creo jajaja.
      Un besazo enorme, Cris, de verdad que me emociona mucho todo esto :)

      Eliminar
  5. Graciaaaaaaaaaaaassssa!!!!!!!!!!!
    Por trailer de vuelta a Kathy, muchísimas gracias. Me encantó el cap, como todos, muchos besos guapa!!!!

    ResponderEliminar