Diario del Mar

"Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. Mi madre se llamaba Anne Wells, y falleció cuando yo había cumplido seis años. Mi padre, Alfonso Greenwood, me enseñó todo lo que sé sobre el mar, pero por desgracia, desapareció hace dos años, sin dejar rastro. Y desde entonces, no he dejado de buscarle."




Seguidores

sábado, 11 de agosto de 2012

DDM: Capítulo 35

Bueno, este lo subo más seguido del anterior como recompensa por la tardanza... Y porque estoy inspirada jajaja  Espero que os guste, como siempre os digo. :)
Y perdonadme, ¿vale? Cuando lo terminéis, sabréis por qué os pido perdón x) No me matéis, anda. :)



Jacob se había desmayado, pero no había soltado mi mano. Y yo tampoco lo intenté. Aunque él no fuera consciente, yo le había dicho que jamás le abandonaría. Y eso es lo que iba a hacer. Ignorando lo que pudimos sentir en un pasado, ignorando que le odio por haberme roto el corazón. Ignorando que a pesar de todo, me he enamorado.

Al principio, me negué a desviar la vista, y darme cuenta del desastre que había a nuestro alrededor. Por un momento, deseé que sólo estuviéramos Jacob y yo, centrarme en esa idea tan egoísta. Pero también estaba Diana, mi dulce Di. Y Harry. Y Gwendolyn. Y toda mi tripulación.

Así que me decidí a hacerlo. A mirar qué había pasado. Y lo que vi, me llenó de terror y de miedo. Había mucha sangre, muchas lanzas habían atravesado el cuerpo de muchas personas. Unas yacían en el suelo, sin vida, otras se debatían entre la vida y la muerte, y otras, simplemente, salían adelante. Había sido una masacre. Y sólo por unas lanzas con cuerda.

El terror me invadió por un momento, pero enseguida desapareció al sentir el pulso de Jacob en mi mano. Él seguía vivo. Y eso, aunque no quisiera admitirlo, me hacía muy feliz. Tal vez demasiado.
Diana también seguía viva, y Harry estaba cuidando de ella. La cueva se había llenado de gemidos y gritos de dolor, y las antorchas estaban desperdigadas por la roca, alumbrando el paisaje, si así podía llamarse.

De pronto, vi la figura de una chica acercarse a mí y a Jacob. Y no tardé en adivinar de quién se trataba.  La víbora se arrodilló al lado de Jacob, y me dirigió una mirada cargada de odio, pero ambas sabíamos que debíamos cooperar juntas. Ambas sabíamos que íbamos a luchar por él con la misma fuerza. Por unos minutos, teníamos que dejar a un lado nuestro odio y nuestra diferencia, y ayudar a Jacob. Pero yo sabía que Elizabeth no quería eso. Ella quería a Jacob para ella sola. Y lo iba a defender con uñas y dientes.

Pero si ella quería jugar a eso... Yo también lo haría. Porque una promesa es una promesa. Y yo había prometido que jamás le abandonaría.

- Ya me quedo yo con él. -su voz sonaba forzada, y entonces me di cuenta de que tenía una gran herida en la pierna, más bien un corte.

Supuse que una lanza le había rozado el muslo, levantando la piel de su pierna.
Miré por última vez a Jacob, y comprobar que su pecho subía y bajaba, aunque costosamente, me hizo sentir bien. Hizo que me calmara medianamente.

- Cuídale. -susurré antes de soltar su mano, mirando a Elizabeth.

- Te aseguro que lo haré, y mejor que tú.

La rabia creció por un segundo en mi interior, pero me calmó el roce de la piel de Jacob. Solté su mano con lentitud y a duras penas, y me levanté, un poco mareada. Enseguida, caminé buscando a Gwendolyn, medio tambaleándome.
Y finalmente, la encontré. Estaba apoyada en la pared rocosa, con los ojos cerrados, respirando con lentitud. Su rostro tenía una expresión de absoluta serenidad. Y la envidié. No la importaba lo que había pasado, porque nadie de ahí fuera le importaba.
Se tapaba con una mano el brazo derecho, y entre los dedos pude comprobar que había hilillos de sangre.

- ¿Gwendolyn? ¿Te encuentras bien...? -susurré, mareada.

Ella asintió, y abrió los ojos. Clavó sus ojos azules en mí, con tal calma...

- La lanza me ha rozado. He podido esquivarla a tiempo. He tenido suerte, no como otros.

Paseó la mirada por su alrededor, y pude encontrar un rastro de tristeza en su mirada. Ya me parecía tan raro que no le afectara lo que había pasado...

- No quedamos muchos. Esto ha sido... muchas personas han perdido la vida.

Yo bajé la mirada, asintiendo.

- Me pregunto cuánto falta para encontrar ese maldito tesoro.

Yo me limité a suspirar, ajena a lo que ocurría a nuestro alrededor. Pero cuando volví a levantar la mirada, me di cuenta de que teníamos que hacer algo.
Me apoyé en la pared, y boquiabierta, observé los cadáveres. Había demasiados. Los demás habían intentado salvarlos, sacando las lanzas de sus cuerpos, pero había sido imposible. La vida se les había escapado por las heridas.

Harry abrazaba a Diana, que lloraba desconsoladamente. Tal vez hubiera sido mejor que ella se hubiera quedado fuera. Estaba arriesgando su vida y la del bebé por encontrar un tesoro. Y cuando hablara con la reina, exigiría alguna recomendación de más por aquellos riesgos, y por las muertes de todas las personas.

Y entonces me asaltó una pregunta. ¿Qué dirían los familiares de los tripulantes muertos? Perder a sus hijos, hermanos... Tan de repente, y tantos a la vez...

Y me sentí fatal por estar bien. Yo no tenía ningún rasguño de aquella cueva. Aunque al principio del viaje, en la isla, casi morí por la daga que me clavaron los hombres que nos secuestraron. Pero en esta cueva, en esta cueva, yo no había sufrido ningún daño. Y esta vez, Jacob me había salvado de posiblemente, haber muerto. Ahora era él el que estaba al borde de la muerte.

Después de aquella pequeña conversación, y de haberme planteado miles de preguntas, nos dispusimos a ayudar. No sabíamos muy bien en qué, pero algo haríamos.

Caminamos entre los cadáveres, buscando algún que otro rostro conocido. Yo me limité a cerrarles los ojos con lentitud, para que no pareciera tan macabro. Los que estaban vivos y medianamente bien, se encontraban en un lado de la cueva, ayudando a los malparados.
Y mi vista se clavó en Jacob, que seguía pálido e inconsciente. ¿Viviría? ¿O por el contrario, me abandonaría? No quise pensar en lo que me pasaría a mí, si Jacob muriese...

Después, me acerqué a los heridos, que se lamentaban entre gimoteos. Ayudé a vendar con partes de camisa las heridas, a frenar las hemorragias, y luego a que bebieran y tomaran algo de agua y comida. Y sin perder tiempo, corrí hacia donde estaban Elizabeth y Jacob, con algo de agua y comida.

- ¿Se ha despertado? -mi voz sonó débil.

La víbora sacudió la cabeza, y yo me senté al otro lado de Jacob.
Nos quedamos varios segundos en silencio, y yo envolví la mano de Jacob con las mías. Ya no estaba tan frío. Bueno, realmente, estaba ardiendo. Su piel estaba perlada de sudor, y supuse que tenía fiebre, así que me arranqué un trozo de camisa, no muy grande, lo mojé con agua, y se lo coloqué en la frente.

Cuando volví a tomarle de la mano, vi que la víbora me miraba con odio.

- Ambas queremos que viva. Creo que deberíamos colaborar juntas, al menos por un momento.

Ella desvió la mirada hacia otro lado, y noté la tensión y el odio en sus ojos azules. Resopló, y se encogió de hombros con enfado. Yo me limité a no soltar su mano, y a quedarme a su lado durante muchos minutos, envuelta en un silencio tenso con Elizabeth.

Elizabeth se levantó, y se marchó de ahí, con paso firme y decidido. Me quedé a solas con Jacob, que seguía sin despertar. Por un momento pensé que estaba muerto, pero ver que su pecho subía y bajaba acompasadamente, me tranquilizó.

- ¿Por qué no despiertas...? -susurré muy bajo.

Suspiré, y cerré los ojos durante unos instantes. Me mataba verle así. Y lo debía admitir.

- Por favor, sobrevive. No te mueras, por favor... Hazlo por mí. Yo te he prometido que no te abandonaré, prométemelo tú...

Volví a suspirar, y bajé la cabeza, cerrando los ojos, para medio descansar.
Cuando Elizabeth volvía hacia nosotros, solté la mano de Jacob, y me levanté. Caminé hacia la pared rocosa, y me dejé caer al suelo, con la espalda apoyada en la pared. Cerré los ojos, abatida por todo lo que había pasado. Y sin poder imaginarme lo que podría pasar en un futuro...

Alguien se sentó a mi lado, y no me costó identificar quién.

- ¿Te encuentras bien? -preguntó Harry.

Yo asentí, y pregunté:

- ¿Y Diana?

- Dormida. Estaba muy cansada. Ha estado llorando durante un buen tiempo... -hizo una pausa, y continuó hablando. -¿ Y Jacob?

- Aún sigue inconsciente. El único cambio es que ahora tiene fiebre.

Nos quedamos en silencio durante varios minutos, yo pensando en mis cosas, y Harry pensando en las suyas. Hasta que rompió el silencio con su pregunta.

- Si supieras que Jacob va a morir... Y que no hay remedio para ayudarle a vivir... ¿Le dirías la verdad?

Alcé la mirada hacia él, con los ojos muy abiertos. ¿Insinuaba algo? ¿Con esa pregunta insinuaba que Jacob se iba a morir de verdad?

- ¿A qué te refieres, Harry? -dije, con miedo. -¿Jacob va a morir?

Él se encogió de hombros, y bajó la mirada.

- No lo sé, Kathy, no lo sé. Es una herida demasiado profunda. Es muy grave. -hizo una pausa. -Pero contéstame. ¿Le dirías la verdad?

- ¿Qué verdad...? -musité, con un hilo de voz.

- La de tus sentimientos. Lo que sientes por él.

Me mordí el labio inferior, y lo pensé bien. Yo no sabía con certeza qué le iba a pasar. ¿Y si moría, y jamás podría confesarle que le perdonaba, y que le amaba?

- Dios, Harry, no lo sé... Su... supongo que si lo supiera con certeza, se lo diría.

Harry esbozó una leve sonrisa.

- Así que es verdad que sientes algo... -acabó diciendo.

Yo me crucé de brazos, algo enfadada. ¿Lo había preguntado sólo para saber si yo sentía algo?

- No lo sé.

Él sonrió, satisfecho. Se cruzó de brazos, y cerró los ojos durante unos instantes.

- Aún es pronto. Podíamos aprovechar y continuar con el camino.

- ¿Y qué haremos con todos los... cadáveres?

Harry se encogió de hombros.

- No podemos llevárnoslos. Te juro que es lo último que deseo, abandonar sus cuerpos aquí. Pero no tenemos otra. Cuando salgamos de aquí... -"Si es que salimos", pensé. -Haré algo para que se les recuerde. En su memoria.

Yo asentí, y me levanté del suelo. Después, le ayudé a él a levantar.

- ¡Levantaos! ¡Debemos continuar con nuestro camino!

Oímos gimoteos como respuesta, y se levantaron del suelo a duras penas. Enseguida pude comprobar que quedábamos muy pocos, desgraciadamente.

Elizabeth, con un corte en la pierna. Jacob, en muy mal estado, y gravemente herido. Diana, con una herida en el hombro. Gwendolyn, sana y salva. Jeff, un joven de mi tripulación. Dan, con un corte muy feo en el brazo. Estela, una joven de la tripulación de Jacob, que estaba sana. Jessica, una tripulante de mi barco, que no tenía buen aspecto. Roger, que tampoco estaba demasiado bien. Valentina, de la tripulación de Jacob, con una grave herida en el muslo. Emily, de mi tripulación, gravemente herida. Y Jason, de la tripulación de Jacob, que tampoco estaba bien. Y luego estábamos Harry y yo.

Catorce persona vivas en total.

Se levantaron a duras penas, y recogimos entre todos las provisiones, que estaban desperdigadas por el suelo. Las cajas se habían medio abierto por el "ataque", ya que la gente que las llevaba, las había soltado.

Yo cogí una gran caja con las manos, y los que se encontraban en mejor estado, cogieron las restantes. Tampoco quedaban muchas, ya que las habíamos ido agotando, y más ahora con lo sucedido.

Me giré hacia Harry, y le señalé a Jacob.

- No se puede mover. Está inconsciente.

Y antes de que respondiera, le coloqué la caja en los brazos, y caminé hacia Jacob, que respiraba lenta y costosamente. Coloqué una mano sobre su pecho, y le moví ligeramente, mientras susurraba:

- Jacob. Jake. ¿Me oyes? Vamos, despierta.

Abrió sus ojos verdes con lentitud, aunque apenas podía. Ya no brillaban como solían hacerlo. Habían perdido la vida que solían tener. Y eso me dio algo de miedo.

- ¿Kathy...? ¿Eres tú...?

- Sí, soy yo, Jake. Vamos, despierta, tenemos que irnos.

Cerró los ojos durante unos segundos, y respiró por la boca. Después, volvió a abrirlos, y me miró, musitando con un hilo de voz:

- No me abandones. Quédate con... conmig... conmigo...

Y entonces cerró los ojos.

Y me quedé helada.
Con mi mano sobre su pecho, no noté movimiento alguno. Y me puse a chillar su nombre.

- ¡Jake! ¡¡JAKE!! ¡Vamos, despierta!

Le zarandeé con más fuerzas, mientras las lágrimas caían por mis mejillas.

Su corazón no latía. Su pecho no subía ni bajaba. Sus pulmones no se llenaban de aire, como antes. Le quité el trozo de camisa de la frente y pude comprobar que estaba frío. Muy frío, y pálido.

Y de la furia, me puse a gritar:

- ¡No! ¡No puedes abandonarme! ¡No ahora! No lo hagas, por favor, no te vayas...

Harry y unos cuantos corrieron hacia mí, y unos brazos me alejaron del cuerpo inerte de Jacob.

- ¡¡Ayudadle!! -rugí, sollozando. -Ayudadle, por favor...

Cerré los ojos, abatida, y me dejé caer en el suelo. No quería ver nada. No quería vivir. Ya no. Oí la voz de Harry llamándole a gritos. El movimiento frenético de las demás personas. La necesidad de hacerle volver a la vida, cuando yo creía que era imposible hacerlo.

Cuando me decidí a abrir los ojos, vi a Harry derrumbado en el suelo, con los ojos llorosos y la mirada perdida. Sus manos temblaban, cerca del cuerpo inerte de Jacob.
Elizabeth lloraba desconsoladamente, y los demás bajaban la mirada, abatidos.

Y entonces supe que había sido demasiado tarde. Que era imposible.

Me quedé boquiabierta, mirando su cuerpo inerte y pálido. Me picaban los ojos y la garganta, y supe que iba a estallar en un mar de lágrimas, que nadie sería capaz de calmar. Nadie, excepto Jacob. Pronto, las lágrimas brotaban de mis ojos y rodaban por mis mejillas coloradas, mientras gritaba su nombre, y acto seguido, oía el eco que producía en la cueva.

Diana puso una mano sobre mi hombro, pero eso no servía. Ya nada servía.

Jacob no estaba a mi lado. Se había ido, y yo no podía decirle que le había perdonado, y que lo sentía mucho. Que le quería a mi lado para siempre. Que jamás le abandonaría, que le necesitaba, desde el primer día que le vi.
Maldije las lanzas, maldije todo. Maldije mi cobardía y mi maldito odio hacia lo que me hizo en un pasado. Maldije que él ya no estuviera a mi lado.

Me tumbé sobre su pecho, llorando y convulsionándome por el llanto, con los ojos cerrados, gimiendo, y diciendo cosas que nadie entendía. Pero yo sí.
Le llamaba por su nombre, por "Jake", le recordaba cuánto le quería, le decía que me había abandonado. Le rogaba que volviera, para quedarse conmigo. Le recordaba lo mucho que le había querido desde que le conocí, y le contaba cuánto le eché de menos en cuanto me alejé de él.

Pero las palabras no servían de nada.
Ya nada servía de nada.




7 comentarios:

  1. TE MATO,TE ODIO,TE MATO,TE ODIO T_T JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAKE,JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAKE.Ya no te hablo,lloro,no respiro y me voy al cielo con Jacob T_T

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JAJAJAJAJAJAJAJA Odiadme todos :3 Te quiero cielo ^^

      Eliminar
  2. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!PORQUEPORQUEPORQUEPORQUE?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?! NO-ES-JUSTO!!!!!!!! ERES CRUEL Y MALVADA!!!! AGGGGGGGGGHHHHH JACOB!!!!!! NO PUEDES ABANDONAR A TU KATHY!!!!!!!!!!!! NO PUEDES ABANDONARME A MIIIIIII!!!! TIENES QUE VIVIR!!!! POR MI Y POR KATHY!!!!!!!! POR HENRY Y HASTA POR LA VÍBORA!!!!!! NO TE MUERAS!!!!!!!!!! TE QUIERO DEMASIADO MI PRÍNCIPE RUBIO DE OJOS VERDES!!!!!!!!!!!!!!!! TE JURO, APRIL, QUE TE VOY A MATAR!!! SACRIFICARE TU VIDA POR LA DE JACOB!!!! YA ME DE IGUAL SI SE MUERE DIANA, HENRY O SU MADRE!!!! SOLO PIDO A JACOB! Y ME LO HAS QUITADO!! SUFRIRÁS LA IRA DE LA DIOSA ESARLATA!!!!!! Ya no te hablo, y no te perdono.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JAJAJAJAJA Sí, soy cruel y malvada jajajaja Odiadme, si jajajaja Pero os digo una cosa... ¿En serio creéis que puedo aguantar con Jacob muerto? JÁ! Ni hablar :3
      En cuanto pueda subo el siguiente. Un beso y muchísimas gracias por haberte pasado!
      :3

      Eliminar
    2. No se si tu aguantaras pero, desde luego, YO NO!!!! QUIERO A JAKEEEE!!!!! BUAAAAAAAA :'(

      Eliminar
  3. P....PE....PER....PEROOO TÚ QUIEN TE CREES QUE ERES!!
    YA PUEDES HACER ALGO PARA RESUCITARLE... :(
    Me has echo llorar y todo... :´(
    JAKEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!JAKEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!! NO TE VAYASS!!
    Por favor no tardes en subir el siguientee!!
    Y que sepas que me sigues encantando!!
    Besoss de una lectora maleridaa

    ResponderEliminar
  4. Solo voy a decirte una cosa, son las 12 de la noche, quiero acostarme y no puedo si me dejas con esta intriga. Has conseguido que lloré y que esta historia me atrape y me encante. Desde ahora eres uno de mis blog preferidos, es tarde y no puedo decirte todo lo que quiero pero por favor, sigue escribiendo. Te leere siempre, hasta que acabe la historia, de verdad. Muchas gracias por publicar esto, pero no me hagas llorar mucho mas ¿vale?
    Un saludo :)

    ResponderEliminar