Diario del Mar

"Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. Mi madre se llamaba Anne Wells, y falleció cuando yo había cumplido seis años. Mi padre, Alfonso Greenwood, me enseñó todo lo que sé sobre el mar, pero por desgracia, desapareció hace dos años, sin dejar rastro. Y desde entonces, no he dejado de buscarle."




Seguidores

domingo, 1 de julio de 2012

DDM: Capítulo 32

Hoola! Aquí os dejo el capítulo 32, y espero que os guste, como siempre os digo! :)



No podía moverme. Me había quedado paralizada y sólo podía escuchar el latido de mi corazón. Sus palabras me habían dejado en blanco, y habían roto aún más mi dañado corazón. No había mentido, sus ojos y su rostro entero reflejaban la sinceridad de lo que decía. Pero pensar en que lo que me ha contado ha sido real, ha ocurrido, me desconcierta. Por su actitud, jamás hubiera pensado que estaba enamorado de mí.

Una parte de mí, mínima, se reía a carcajadas de Jacob. Mi parte vengativa se sentía satisfecha por la historia; Jacob había sufrido por amor, al igual que yo, y eso, para mi parte vengativa, era una buena noticia.


"Mi corazón se ha partido. Siento un dolor extremo. Maldito. Le odio. Le odio. Le mataré con mis propias manos. Me consuela pensar que sufrirá, algún día, como yo lo acabo de hacer."


Ese recuerdo atraviesa mi mente con fuerza, recordándome que eso fue lo que pensé un día hace mucho tiempo, cuando Jacob acababa de romperme el corazón. Y se había cumplido, según lo que me había contado Jacob.

Pero por otra parte, no podía estar más dolida, herida, e incluso dividida por mis sentimientos. Me embargaba la tristeza cuando pensaba en lo que me había contado. La mayor parte de mi corazón destrozado, se avergonzaba de haber pensado eso aquel día, porque en realidad, no le deseaba nada malo. Y el simple hecho de saber que Jake sufrió por mí, me hace todavía más daño.

Intenté olvidarme de todo eso, intenté cerrar los ojos y calmarme, pero no podía. Entreabrí los ojos y miré de reojo a Jacob, que se miraba las manos distraído. Volvía a estar serio y sereno, sin miedo, o tristeza. Deseé ser él, y poder recuperar mi calma.
Y así pasaron los minutos, envueltos en un enorme silencio. Cerré los ojos, manteniéndome alerta ante cualquier ruido extraño que proviniera de fuera, pero lentamente, me arrastré entre mis más profundos recuerdos. Recordé a mi madre, a mi padre. Recordé también los ojos de Harry en el momento en que pudieron ser míos. En el momento en que pudimos habernos besado, de no ser por mí. Recuerdo perfectamente su rostro cuando me alejé, llorando, y diciendo que no podía. Rechazo.

Jacob me había roto el corazón, pero yo se lo había roto también a alguien, aunque nunca me hubiera parado a pensarlo; a Harry, aquella noche, y a Jacob.

También recordé el día en que le ofrecí a Gwendolyn que viniera conmigo.


"Estamos las dos sentadas en el muelle, sobre la madera, con las pierna colgando sobre el oscuro mar. Todo está tranquilo, sólo se oye el vuelo de las gaviotas y sus cantos. El sol brilla en el horizonte. 
Tengo quince años, a punto de cumplir los dieciséis, y en un solo año, bueno, casi dos, mi padre me ha enseñado lo que es vivir en un barco entre las olas del océano. Hace unas horas, sin venir a cuento, mi padre me ha dicho que el Greenwood es mío. Que es mi barco, como recompensa de mi esfuerzo en esos meses. 

- Podría decir que mi vida es miserable. -rompe el silencio Gwendolyn, mirando al horizonte. 

- ¿Por qué? -pregunto.

- Trabajo recogiendo las tamujas que se caen de los pinos y limpiando cuadras en las casas, fincas, y mansiones de la gente adinerada. Casi no me pagan, y trabajar tantas horas bajo el sol, no es agradable. -contesta ella, sin reflejar ningún sentimiento. 

Nos quedamos en silencio, yo mirándola a ella, y ella mirando el horizonte. Me retuerzo las manos. La verdad es que no es un trabajo agradable, y lo sé. Yo no puedo quejarme, tampoco es que mi padre sea rico, pero no vivimos mal, y menos si he tenido la oportunidad de salir de la ciudad, y navegar en libertad. 
Ahora, las mujeres de esta ciudad no tienen muchas oportunidades, por no decir ninguna. Te obligan a casarte, tener hijos, y cuidar de ellos hasta el resto de tus días. Mi padre no quiere eso, él quiere que haga algo diferente, algo por lo que pueda estar orgulloso de mí. 

- Me gustaría salir por la puerta de mi casa, y hacer algo diferente. No quiero trabajar para los demás, no quiero eso. Quiero vivir mi propia vida, iniciar mi propia historia personal, ser yo misma. Quiero vivir en libertad, sin barreras, ni nada que me ate a nadie ni a nada. 

Y la única forma de ser libre del todo, para mí, y para todos, es el mar. Así que sin pensarlo si quiera, porque la idea es instantánea, digo:

- Mi padre me ha regalad su barco, el Greenwood. Es mío, y me ha dicho que busque tripulación, la gente que yo quiera. ¿Aceptas? -sonrío.

Ella se queda mirándome, sorprendida, y poco a poco, una gran sonrisa asoma de sus labios, y asiente con la cabeza, feliz."


Suspiré largamente, pero intentando hacer el menor ruido, para no atraer las miradas de Jacob y de Harry hacia mí. No abrí los ojos, y me quedé así, arrastrándome entre los recuerdos, entre el pasado.
Sabía que nos tocaba hacer guardia lo que quedaba de noche, hasta que todos se despertaran, e intuí que todavía quedaba bastante.

Me abracé a mí misma, medio dormida, pero alerta, concentrada en lo que pasaba fuera de mí. Y poco a poco, sin quererlo, ese trance fue tan fuerte, que me quedé dormida, mientras el sueño me mecía en sus cálidos brazos.

            "Me encuentro al borde de una cascada enorme, a una altura escalofriante. Tengo miedo, miedo de caer. Cuando miro el agua y la fuerte corriente, noto que es... extraño. No es agua corriente, representa mis sentimientos, mi corazón desbordado. Tengo miedo dejarme llevar por ellos, por ver qué me puede pasar si les sigo.
Me quedo al borde de las rocas, notando la fría corriente en mis tobillos, que me intenta impulsar hacia delante. Levo un vaporoso vestido blanco, y abro los brazos, en cruz, como cuando era pequeña y corría por los jardines de la casa de mi tía. Me doy cuenta de que voy descalza. 

La atracción que siento es muy fuerte, pero no sé qué hacer. Mi cuerpo y mi mente se niegan a dar un paso y caer, a dejarse llevar por mis sentimientos, porque eso significaría más dolor y sufrimiento, debilidad y vulnerabilidad. Eso no es lo que quiero en mi vida. 

Cierro los ojos, y siento cómo el viento me azota el rostro, y hace que mi pelo ondee libre, detrás de mí. Me quedo en esa postura, escuchando el ruido que producen las aguas turbulentas. Y elijo qué hacer; darme la vuelta, y huir de lo que siento.
Me doy la vuelta, pero no puedo abrir los ojos, aunque siento que sé por dónde voy. Sigo caminando sobre la piedra y el río, hasta que noto que alguien me coge de la mano. Intento abrir los ojos, y al fin lo consigo. 

Jacob.

El sol brilla detrás de él, impidiéndome ver con claridad su figura, pero me doy cuenta de que su pelo rubio brilla bajo la luz. Me fijo más, hasta que por fin me acostumbro al sol, y le veo del todo. Esboza una preciosa sonrisa, mostrando sus blanquísimos dientes, sus ojos verdes brillan con intensidad, y me mira fijamente. 

Me empuja suavemente, y me hace dar tres pasos hacia atrás. Tengo la sensación de que me está acercando a la cascada de sentimientos, pero no me importa. A su lado, nada me importa. Me giro, y caminamos hasta el borde cogidos de la mano. Oigo su dulce voz.

- No tengas miedo. Déjate llevar, haz lo que tu corazón te diga. 

Le miro, seria y más serena de lo que pensaba, sin saber muy bien qué hacer. Simplemente, escucho. Escucho su maravillosa voz hablándome muy cerca, incitándome a dejarme llevar junto a él. Pero mi mente hace lo posible para que recupere la compostura y me niegue. Katherine no se deja llevar. 

Pero es que es Jacob...

Me mira, y siento que me derrito por dentro. Se inclina hacia mí, y por un momento pienso que me va a besar, pero acerca su boca a mi oído, y susurra.

- Ven y quédate conmigo, Kathy.

Mi nombre en sus labios suena mejor, melódico y suave. "Kathy". 
Se aleja ligeramente de mí, y nuestros rostros quedan a escasos centímetros. Tengo algo de miedo, pero cuando miro otra vez en sus ojos, ese miedo desaparece. Entonces, él se acerca lentamente, y sé lo que va a pasar. Pero ya no tengo miedo, así que no me aparto, y espero a que llegue. Y así es. Sus labios llegan, y rozan los míos con una suavidad increíble, y eso me hace temblar de gusto.

Y entonces, sin antes haberme percatado, siento que ya caemos, abrazados, por la cascada de sentimientos, hacia un remolino. Pero no me da miedo, porque estoy junto a Jacob."

***

Alguien me despertó a base de zarandeos, y yo me levanté sobresaltada. Fui a saltar, pero vi que Jacob se encontraba delante de mí, y me pedía silencio.

- Hemos oído un ruido... -me susurró, y eso me recordó al sueño tan extraño que había tenido.

Asentí lentamente, como si no lo hubiera entendido, y me levanté con su ayuda. Harry estaba apoyado en la entrada, con una espada en la mano, y mirando al exterior de la cueva.
Pero otro ruido, esta vez del fondo de la cueva, nos hizo cambiar la dirección de la mirada. Nos giramos a la vez, alerta, y con los ojos bien abiertos, aunque no veíamos mucho.

Entreví los bultos que eran los cuerpos de los demás tumbados sobre el suelo, profundamente dormidos. Di un paso hacia delante, con los músculos agarrotados. Parpadeé varias veces y miré al fondo de la cueva, justo en el momento en que se oyó un sonido ronco, gutural y profundo. Contuve el aliento, y aquel sonido nos confirmó que el peligro estaba en aquella misma cueva. Pero era muy extraño, porque al entrar, no vimos que la cueva continuara más adelante, y era imposible que hubiera entrado sin ser visto...

Fijé la vista en un punto determinado de la oscuridad, y lo que vi me dejó helada. Unos ojos rojos y brillantes, no muy grandes, me observaban desde la oscuridad, y temí lo peor. Sentí la necesidad de despertar a todos, y alejarles de fuera lo que fuese eso.

Medio agachada, en posición defensiva, saqué mi daga, y apunté hacia delante, por si acaso. Di unos pasos tímidos hacia delante, hasta que llegué a donde estaban tumbados, sin perder de vista a los ojos rojos, que parpadearon varias veces.

Me incliné levemente, despertando al primero, e intuí que Harry y Jacob hacían lo mismo. Al ver nuestras caras de preocupación, nadie decía nada, y se alejaba de ahí sin rechistar.
Los ojos rojos seguían ahí, mirándome, observando mis movimientos.

Y de pronto, otro ruido, que me puso la piel de gallina. Un gruñido gutural, una señal de peligro, un aviso, una amenaza. Miré ligeramente hacia abajo, y vi que estaba a punto de despertar a Diana, y los ojos rojos la miraban inquisitivamente.
Supe que estaba en peligro, y me dejé de tonterías. La zarandeé, y la cogí de un brazo, intentando levantarla.

- ¡Diana! -grité.

Ella se despertó sobresaltada, a la vez que una criatura negra como la noche, parecida a una sombra, se abalanzaba sobre nosotras...

Diana y yo proferimos un grito de terror, y yo cerré los ojos, justo cuando notaba unas zarpas clavándose en mis hombros, y tirándome al suelo. Alcé la mano en un intento desesperado de clavar mi daga, y creo que lo conseguí, ya que la criatura gimió ligeramente. Choqué con un golpe sordo, y por un momento me quedé sin aliento.

- ¡Katherine! -gritó alguien.

Enseguida noté que el peso de la criatura era menor, hasta desaparecer. Entreabrí los ojos, y pude ver una figura luchando contra esa criatura firmemente. Empuñaba una daga, y la agitaba, acertando en su piel. Y de pronto supe quién era.

Jacob.

Me levanté como pude, mientras el corazón me latía con fuerza. Sólo se oían los gritos de nuestros compañeros, intentando huir de la bestia, mientras Jacob intentaba frenarla. Elizabeth se tapaba el rostro con las manos, y sollozaba, mirando a Jacob con miedo.

- Jake... -susurraba.

De un zarpazo, la bestia se quitó a Jacob de encima, que cayó cerca de mí, y no dudé en ayudarle.

- ¿Estás bien? -pregunté, con urgencia.

Él asintió, algo conmocionado por el golpe, y parpadeando varias veces. Su voz de alarma me sobresaltó.

- ¡Cuidado!

Me quedé quieta, sin saber a qué se refería, hasta que noté un brutal golpe en mi costado derecho; alguien me había empujado, pero no había sido la bestia.
Vi que tenía a Harry encima, y la bestia había saltado a Jacob por encima al ver que me apartaban de su trayectoria. Soltó un rugido aterrador, y continuó corriendo, sin frenar, mientras todos veíamos con horror cómo clavaba sus garras y sus afilados colmillos en el cuerpo de un joven de la tripulación de Jacob.

Fue una explosión de sangre, y me obligué a cerrar los ojos. Todos gimieron de espanto al verlo, y nos quedamos helado. La pared estaba manchada de sangre oscura, y el cuerpo tembloroso del joven se arrastraba por ella, hasta caer al suelo.
Oí un débil "¡David!", y después silencio.

Nos quedamos muy quietos, observando cómo la bestia desgarraba su piel, y se tragaba a David, ante nuestros asustados ojos. Nadie podía moverse, nadie quería moverse, por si acaso.
Mi mente trabajaba a una velocidad vertiginosa, pero apenas podía concentrarme. Lo mejor sería salir corriendo, pero nosotros estábamos acorralados en la cueva, sin salida alguna, ya que la bestia la tapaba.

Jacob se arrastró hasta mí, y me agarró de la mano. Estaba tan ensimismada, y concentrada en la bestia, que no me di cuenta, y tampoco me negué. La criatura seguía desgarrando el frágil cuerpo de David, y se lo comió entero, dejando un reguero de sangre oscura por todas partes, y algún que otro hueso del cuerpo. Espantoso.

Me dolía todo, y mis hombros estaban destrozados por sus zarpas. Sangraba, y me sentía algo mareada. Cerré los ojos, débil, hasta que oí, otra vez, la voz alarmada de Jacob:

- ¡Kathy, apártate!

Abrí los ojos con rapidez, justo en el momento en que la bestia me miraba de una forma asesina, y pegaba un enorme salto. Lo vi todo a cámara lenta, mientras mi corazón latía desbocado. Sus enormes garras por delante, sus fauces abiertas, mostrando varios colmillos manchados de sangre, que acabarían en mi cuerpo.

Moriría.

Pero mi cuerpo no respondía, no me podía mover. Sentí un tirón, y me aparté de su trayectoria gracias a Jacob, que lo había conseguido a duras penas. Reaccioné cuando mi rostro chocó contra el suelo, y oí un agudo chillido de dolor, y un gemido que ponía los pelos de punta.

Creí que había sido un aviso, un aviso para que volviera a apartarme, y así evitar mi muerte, pero cuando me giré, comprobé que no era así.
No había sido un aviso, sino un grito que indicaba la muerte.

Sentí que me mareaba. El cuerpo de la pobre Loreen estaba contra la pared rocosa, con una tremenda herida abierta en su estómago, que había salpicado de su sangre toda su piel y sus ropas. Su rostro estaba contraído en una mueca de dolor y miedo, y estaba pálida.

La bestia había desaparecido, atravesando a la joven y la roca. Dejando atrás el cuerpo mutilado de Loreen.

10 comentarios:

  1. O_O Tengo entre miedo y asco..pero me siguen encantado tus capítulos cielo ^.^ GRACIAS,te quiero osito<3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja graciaaas! ^^ Pobrecita xD Te quiero osito! ^^

      Eliminar
  2. O_o No me dejes así... buuuuff que ganas tengo del siguiente!!
    Besos ^^

    ResponderEliminar
  3. April !! ya he conseguido tiempo para leer tu blog y he llegado hasta aqui! espero que no tardes en escribir el siguiente vale?? lo haces genial, genial!!!!!! intentare pasarme todos los dias jeje por ciero 45 en mi blog :)
    un besito!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, Marìa! ^^ En cuanto pueda, el siguiente :) Ahora mismito me paso ^^
      Un besoo!

      Eliminar
  4. A ver, que empiezo.
    1. Me he pasado por aquí por casualidad. No recuerdo dónde te vi afiliada y decidí entrar a tu blog. Al principio no me atrajo nada pero como no hay que judgar un libro por la portada me decidí a leerte. Fue empezar y no parar. Me he leído tus 32 capítulos del tirón. Eres una maravilla, tus palabras increíbles y tu historia alucinante.
    2. Creo que gran parte del enamoramiento que ha causado en mi esta historia ha sido creado por Katherine. ¿Por qué? Porque es igual a mi. He visto en ella el carácter que todos ven en mí. Orgullosa, fría, distante, sin sentimientos aparentes, que finje que todo le da igual. Pero por dentro está hecha una mierda. Igual que yo. Igual. Y no sabes el alivio que es leer eso y ver que aunque sea a alguien ficticio eso le pasa a más personas. Gracias.
    3. De verdad April, me has hecho llorar como una niña, reír como una loca y suspirar como una enamorada con tu historia. Eres de las mejores escritoras que he leído. Enhorabuena.
    4. ¿Te has planteado mandar tu libro a alguna editorial para intentar publicarlo? Si yo fuera editora te lo publicaba porque es una historia que tiene de todo. Tienen una fuerza increíble. Tanto tu historia como Katherine.
    4. Los personajes son una delicia. Cómo los retratas, como expresas lo que sienten, siento el dolor, la angustia, la felicidad y la confusión de Katherine como si fuera mía. Y eso, no lo puede hacer mucha gente.
    5. Dicho todo esto, ya me he quedado tranquila. Espero que continúes con esta historia y que cuando la termines empieces otra porque escribes tan bien que da gusto leerte.
    6. Y para terminar... Siento la parrafada pero siendo escritora imagino que te gustará recibir buenas críticas (como a mí) así que tampoco me preocupa mucho haberte hecho perder el tiempo.
    7. PD: Yo te tengo ya afiliada. Pásate por mi blog (La Décima Secta) y si te gusta SOLO SI TE GUSTA me afilias, ok? Muchos besos:)
    Queen A.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uuuf, me has dejado lo que es contenta, no, lo siguiente! Me alegro muchísimo de que te guste mi historia, y en serio, muchísimas gracias por haberte pasado y por haberla leído... Buuf, me ha encantado la parrafada! :) Y me alegra muchísimo que te guste la personaje de Katherine, tenía en mente crearla, alguien por fuera duro y frío, y que por dentro estuviera hecha un lío... Y eso hice ^^ Por supuesto que te afilio, porque tu historia me encanta! :)
      Un besado enorme!

      Eliminar
  5. Me ha encantado!! En serio, eres fantástica, genial, excelente (y no exagero) :D Me encanta tu historia, es el blog que más me gusta de todos los que leo... Y bueno no se que más decirte:P que supongo que estarás aburrida de leer este tipo de comentarioa porque estoy segura de que todos hablan de que les encanta tu historia jajaja
    Solo hay una cosa que no me gusta... Me estás matando al no subir el siguiente capítulo! :P Ya no puedo esperar más... Súbelo pronto por favor :)

    Besos y sigue así!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas graciasss, en serio!! :D No, no me cansa, es más, me encanta que os guste y comentéis... Me alegráis el día :)
      Ya está el siguiente capítulo, y siento mucho la tardanza.. ;)
      Besoss!

      Eliminar