Diario del Mar

"Me llamo Katherine Greenwood Wells, tengo dieciocho años. Nací en una cuna hecha de olas, mecida por el vaivén del maravilloso océano. El mar corre por mis venas. Mi madre se llamaba Anne Wells, y falleció cuando yo había cumplido seis años. Mi padre, Alfonso Greenwood, me enseñó todo lo que sé sobre el mar, pero por desgracia, desapareció hace dos años, sin dejar rastro. Y desde entonces, no he dejado de buscarle."




Seguidores

domingo, 24 de junio de 2012

DDM: Capítulo 29

Aquí está el cap. 29, y como siempre os digo, espero que os guste! :)




Diana se quedó mirando a Dan, y yo intente reaccionar, con lo primero que se me vino a la cabeza; asentir.

- Sí, sí... claro. -conseguí articular.

Mi corazón latía con fuerza. Yo ya no quería encontrar ese tesoro, ni adentrarme en el corazón de la isla, aunque fuera un viaje dirigido por la reina de Inglaterra. Después de saber que mi madre murió allí dentro, me era imposible entrar. Por dos cosas; la primera, porque no quería entrar en un lugar donde se suponía que estaba el cuerpo de mi madre, y segundo, porque no quería morir. Si mi madre lo había hecho, estaba segura de que nadie saldría vivo de ahí.

Dan asintió, sonriendo, y antes de marcharse, añadió:

- Voy a avisarles. Saldremos mañana.

Diana también se había quedado algo paralizada, pero acabó sonriendo. A ella le gustaban las aventuras, pero no sabía que mi madre había muerto ahí dentro...

- Por fin, ha llegado la hora. -sonrió ella. - Pero por otra parte tengo algo de miedo, Kathy.

Yo la miré, escuchando atentamente.

- Dios, estoy embarazada, Kathy, y tengo miedo de que nos pueda pasar algo...

Me quedé inmóvil durante unos segundos, con la mente en blanco, mientras la tristeza me invadía por momentos. Una parte de mi mente me gritaba que la dijera la verdad, que por desgracia, podía pasarnos algo a todos, pero otra parte de mí sólo quería animarla, y mentirla para que no tuviera miedo. Decidí hacer lo segundo.

- No... no te preocupes, Di, no nos pasará nada. Ni a Harry, ni a ti, ni a tu bebé. Ni a ninguno de los demás. -terminé la frase con una sonrisa forzada.

- Eso espero... -suspiró ella. -Gracias, Kat, gracias de verdad.

Extendió los brazos, para que la abrazara, y eso hice. De pronto, sentí unas inmensas ganas de llorar, sólo de pensar en lo que nos podría pasar ahí dentro... Y mientras tanto, escuché el susurro de Diana en mi oído:

- Gracias, Kathy... Y lo siento, por todo. No te enfades conmigo por esto, por favor...

Me separé de ella, con lentitud, y la miré directamente mientras contestaba:

- No me puedo enfadar contigo, Diana. -sonreí forzadamente. -Yo estoy bien, y me alegro mucho por vosotros.

Mis brazos temblaban levemente, e intenté disimularlo.

- Bueno, es tarde, y ambas necesitamos dormir, para tener fuerzas mañanas.

Diana asintió, de acuerdo conmigo, y me despedí de ella. Después de eso, salí de su cabaña, y me dirigí a la mía. Pero antes de entrar, frené. Barajé la idea de ir a ver a Liv, y finalmente, eso hice. Cambié de dirección, y llegué hasta la cabaña de Liv. No llamé, y entré directamente.

- Hola, Kate. -sonrió ella, sobre la cama.

Oírla me hizo esbozar una sonrisa, y la saludé en un susurro. Me indicó que me tumbara a su lado, y mientras lo hacía, me dijo:

- Sabía que ibas a venir.

- ¿En serio?

- Sí. Sé que mañana partís, y sabiendo cómo eres, me hacía a la idea de lo nerviosa que estabas.

Volví a sonreír, y cerré los ojos. Y con la respiración acompasada de Liv a mi lado, y nuestras manos entrelazadas, me dormí.

***

Parpadeé, y miré desorientada a mi alrededor. Me incorporé, y me di cuenta de que Liv no estaba a mi lado, y que fuera la gente hablaba animadamente. Recordé entonces que hoy era el día en que emprenderíamos el verdadero viaje, el verdadero propósito.

Me levanté de la cama, y me estiré largamente. Lo que fuera para atrasar el momento de despedirme de Liv. Me peiné levemente el pelo, y me dirigí a un barril lleno de agua. Allí me lavé la cara, y la nuca. Después de eso, salí fuera, algo adormilada, pero alerta, y observando lo que pasaba a mi alrededor. En ese momento, alguien me cogió del brazo, y oí su risa melódica.

- ¿Qué tal has dormido? -exclamó Diana.

- B... bien. -respondí. -Veo que tú ya te encuentras mejor.

- Y que lo digas. -canturreó. -Vamos, anda.

Me guió por el poblado, hasta un grupo de personas, formadas por mi tripulación y la de Jacob, o lo que quedaban de ellas. Oí sus gritos de emoción, todos preparados para ser guiados hasta la cueva que nos conduciría al corazón de la isla.

En ese momento, se acercó a mí Harry, con mis armas en sus manos.

- Toma, Kathy. -dijo, como si nada, como si no hubiera pasado nada entre nosotros.

- Gracias. -solté secamente.

Cogí mis dagas y mi espada, que brillaba con intensidad, y estaba recién afilada. Las enfundé en mi cinto de cuero, y observé a mi alrededor. Mucha gente había cogido cariño a los aldeanos, y se despedían con grandes sonrisas. Todos tenían claro que saldrían vivos de ahí, pero yo no tanto. Algo me decía que no todo sería bueno ahí dentro.

Vi a Gwendolyn, a Dan, y a Elizabeth, que estaba, como no, junto a Jacob. Pero él la ignoraba por completo.
Harry se había acercado a Diana, y tenía una mano colocada sobre su vientre, y esbozaba una cálida sonrisa. Eran felices.

Todo eran voces y exclamaciones de emoción, preparando los víveres, por si acaso teníamos problemas. En pequeñas mochilas de cuero, habían metido trozos de carne, mendrugos de pan, cantimploras de agua y frutas. La gente se extrañaba, porque no pensaban que iba a ser un viaje largo, tal vez de un día, o dos como mucho.

Después de varios minutos de auténtico griterío y de emoción, nos mandaron callar, para seguir al que sería nuestro guía.
Al principio no encontré a Liv, y eso me agobió, pero cuando echamos a caminar, hacia una densa selva, noté que la pelirroja me agarraba de la mano con fuerza. Cuando bajé la mirada hacia ella, encontré su sonrisa llena de ánimo. Lo iba a necesitar.

- No te puedo impedir que entres ahí, ¿verdad?

Negué con la cabeza, sonriendo tristemente. Pero enseguida la borré, porque yo debía ser fuerte. Era una pirata, una joven valiente, que no le tenía miedo a nada -menuda mentira- y aquello era una simple expedición, sin peligro, no como otras veces. Pero pensar que mi madre había muerto allí dentro, me daba escalofríos, y me hacía temblar de angustia.

Después de aquellas palabras, nos envolvió un espeso silencio, así durante la siguiente hora, que e sol que tardamos en llegar a una gran cueva oscura y amplia.
Cada vez tenía más miedo, más miedo de lo que podíamos encontrar dentro, y de lo que podía ocurrir. Tuve la sensación de que no era una buena idea, pero esa expedición era una orden de la reina de Inglaterra, y no podíamos abandonarla ahora.

Liv me frenó, y me miró fijamente.

- Por favor, Kate, no entres, por favor... -susurró, entre la multitud.

Alcé una ceja, y sacudí la cabeza.

- Debo hacerlo, Liv, es una orden directa de la reina de Inglaterra. Encontrar su tesoro.

Olivia se mordió el labio inferior, y noté que tenía los ojos algo húmedos.

- Kate, es muy peligroso. No debería decírtelo, porque son las normas, pero debo prevenirte.

Eso me confundió aún más.

- No es una cueva normal, Kate, es muy peligroso. Ten cuidado, por favor, Kate. -suplicó.

Yo asentí, y fruncí los labios, para intentar frenar el llanto. Ninguna de las dos esperamos más, y nos fundimos en un cálido abrazo, como despedida. Intenté no llorar, pero se me escapó alguna lágrima, y a Liv igual. Las dos presentíamos que podía ser la última vez que nos veíamos.
Después de largos minutos así, nos separamos, a duras penas, pero cogí aire con fuerza, para quitarme el miedo de encima.

Parte de las tripulaciones se había internado en la cueva, y quedábamos unos pocos. Me giré, frunciendo los labios, y dejando atrás a Liv. Pero antes de meterme en la oscuridad de la cueva, oí su voz, y me giré.

- Prométeme que saldrás, Kate. -tenía los ojos húmedos, y temblaba.

Yo sólo supe asentir, mientras mi corazón latía desbocado. Y sin pensarlo dos veces, seguí al grupo al interior de la cueva, pasando de estar a salvo, a estar en peligro.

2 comentarios:

  1. O_O A la cueva nos vamos....¿Morirá alguien? OMG..

    ResponderEliminar
  2. Puf!!
    Está genial April!!
    A ver cuando subes el siguiente que ya tengo ganas!!
    :D
    Besoss

    ResponderEliminar